Estas actividades fortalecen el vínculo afectivo y favorecen un clima de confianza, por lo que es un buen momento para conectar con los peques.
A los pajaritos en invierno, y más en la ciudad, les cuesta encontrar comida y pasan más frío.
Fomentar la empatía con otras personas y con los animales en los niños, nos ayudará a formar adultos bondadosos y compasivos con los demás.
¿Y qué mejor que enseñarles esos valores tan importantes que pasándolo genial construyendo y decorando una casita a los pájaros y haciendo una fantástica galleta de alpiste?
“El hombre más feliz del mundo es aquel que sepa reconocer los méritos de los demás y pueda alegrarse del bien ajeno como si fuera propio.” Goethe
Me encantó y quedó precioso. Yo creo que es el Chikibox en el que menos la hemos tenido que ayudar ya que con 4 años lo hizo casi todo sola. Se lo pasó genial pintando cada pared de un color. Lo hemos colgado en la terraza y las niñas se emocionaron mucho cuando vieron que los pajaritos venían a comer.